El sistema inmune
El inicio del envejecimiento del sistema inmune se refiere al momento de la pubertad, cuando se producen procesos atróficos en el timo( timo).Es con el complejo timo y dependiente del timo del sistema inmune que el debilitamiento de las funciones inmunes durante el envejecimiento se asocia principalmente. La masa del timo es máxima en 5-15 años, en 20-30 años se produce su disminución, que se expresa especialmente en 50-90 años.
La involución del timo va acompañada de una disminución en la concentración de sus hormonas en la sangre. La concentración de timpopoyetina comienza a disminuir a los 30 años, después de 60 años está prácticamente ausente.
El envejecimiento del sistema inmune puede describirse con mayor precisión como cambios en el número, distribución y actividad en poblaciones de linfocitos, en la especificidad de AT y en citoquinas. En este sentido, los cambios relacionados con la edad en el sistema inmune, un proceso que conduce al estado de desregulación inmune. Además de la disminución relacionada con la edad en la diversidad del espectro de los linfocitos T, hay un cambio en el equilibrio de subespecies de las células T, lo que refleja una disminución en la formación de las células T en el timo con la edad. Para los ancianos, una disminución en la función de los linfocitos T es característica. La proporción de linfocitos T CD4 / CD8 aumenta con la edad.
El envejecimiento tiene un efecto significativo en el desarrollo de los linfocitos B.Los linfocitos pre-B son la línea celular más numerosa en la médula ósea roja, su número disminuye con la edad en un 60-90%.El defecto que subyace a la disminución en el número de linfocitos pre-B se debe a una violación de la conversión de los linfocitos pro-B a pre-B.A pesar de la reducción en la formación de los linfocitos B en la médula ósea, el número de linfocitos B en la sangre periférica no cambia con la edad, debido a la extensión de la vida de los linfocitos B y su capacidad de auto-renovación.
La mayoría de los Ag extranjeros estimulan los linfocitos CD5-B, que en respuesta a la estimulación sintetizan AT.Con el envejecimiento, hay una disminución en la respuesta de CD5-, pero no de los linfocitos B CD5 +, frente a Ag externo. El rastro de estos procesos de edad es una serie de cambios regulares. Concentración de anticuerpos circulantes naturales, tales como anticuerpos a los grupos Ar de sangre, comienzan a declinar a una edad temprana, y por la edad de 80, su nivel es de 50% o menos en el rendimiento de los jóvenes( la principal razón de las dificultades determinación de los grupos sanguíneos en los ancianos).
La formación de AT en personas ancianas en prácticamente todas las vacunas( incluso contra la hepatitis, la gripe y el tétanos) es reducida en comparación con los jóvenes [Schwab R. et al., 1989].Al mismo tiempo, la intensidad de la respuesta inmune en la forma de formación de AT a la mayoría de Ag independiente de T( por ejemplo, polisacárido neumocócico) se mantiene en el mismo nivel durante toda la vida. Sin embargo, la duración de la inmunidad protectora después de la introducción de la vacuna antineumocócica en los ancianos es menor que en los jóvenes( Shapiro E.D. et al., 1991).Por esta razón, las personas mayores de 65 años deben vacunarse contra la vacuna neumocócica cada 5-8 años.
Aunque la respuesta inmune en forma de AT a todos los Ag extranjeros disminuye con la edad, la producción de Ig y el recuento de linfocitos no cambian. Además, la concentración de IgG e IgA en el suero aumenta con la edad( disminución de IgM e IgD).La disminución de la cantidad de anticuerpos IgM a la correspondiente disminución en el grupo Ar de la sangre y una relativa falta de respuesta a la mitógeno por los linfocitos T,
Edad, años
fig. Paso cruzado relacionado con la edad en la función del sistema inmune
Edad, años
Fig. El cruce cruzado relacionado con la edad en la función del sistema inmune
y un aumento en IgG refleja la capacidad del sistema inmune para mantener la reactividad a Ar, que el cuerpo ha encontrado antes.
En contraste con la disminución en la producción de la mayoría de los AT a las arterias extrañas, el nivel de AT sintetizado por los linfocitos B CD5 + aumenta con el envejecimiento. Estos cambios dependientes de la edad en la especificidad Ig, es decir, la transición de la síntesis de AT a arterias extrañas a la producción de AT a Ar autólogo, se muestran en la Fig. Al comparar el contenido de anticuerpos frente a Salmonella y los anticuerpos antinucleares en diferentes períodos de la vida se encontró que el título de anticuerpos para el Ar extranjera( Salmonella) disminuye con la edad, mientras que el número de personas con anticuerpos antinucleares aumenta con la edad [Rowley MJ et al., 1968].
A pesar del aumento en la formación de autoanticuerpos durante el envejecimiento, la incidencia de enfermedades autoinmunes no aumenta con la edad. Las enfermedades autoinmunes a menudo se desarrollan en el tercio medio de la vida humana. La excepción es la anemia perniciosa y la tiroiditis autoinmune, que ocurren en el último período de la vida.
Debido a los procesos involucionales en el sistema inmune, el riesgo de desarrollar enfermedades infecciosas, autoinmunes y malignas aumenta en la vejez.