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  • La causa y el efecto de lloriquear niños

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    Hay tres estilos principales de comunicación con otros, incluidos los niños.

    El primero se llama "autocrático" y consiste en el hecho de que las partes que interactúan se dividen en "jefe" y "subordinado".Tal enfoque en la educación incluye el castigo corporal, un mayor tono de voz, la formación de sentimientos de culpa en los niños y el control total sobre ellos. En la familia, reina el orden, pero los niños se ven privados de toda libertad.

    Así que crié a los niños en los buenos viejos tiempos. Los niños sabían su lugar, no se atrevían a contradecir a los adultos e hicieron lo que se les dijo. Pero este enfoque educativo es cada vez más cuestionado. Los niños modernos saben cómo defenderse por sí mismos, se burlan del ridículo, pueden golpear o descortés en respuesta. En otras palabras, el estilo autocrático de comunicación ya no se ajusta.

    Otro extremo son los padres, que en todas las cosas complacen a sus hijos y creen que mamá y papá son los mejores amigos del niño. Lo más importante para estos padres es complacer al bebé, por lo que la familia está llena de libertad y, como resultado, un desastre. Al niño se le permite todo, ya que los padres creen que las prohibiciones le impiden desarrollarse armónicamente.

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    De hecho, los niños necesitan disciplina, sin ella, la educación y la capacitación son imposibles. Si los padres no le explicaron al niño, "lo que es bueno y lo que es malo", tratará de establecer de manera independiente los límites de lo que es permisible. Este comportamiento conduce a consecuencias muy diferentes, algunas de las cuales incluso pueden suponer una amenaza para la salud y la vida.

    El modelo propuesto de educación se puede llamar "democrático": este es el término medio entre la autocracia y la permisividad. Se basa en la libertad dentro de límites razonables, los padres no actúan como "jefes" o "mejores amigos", sino como maestros y mentores que se enfrentan a una tarea muy importante: enseñar al niño a comportarse bien y empatizar con los demás.

    Este enfoque educativo se basa en el respeto mutuo y la comprensión mutua, lo que ayuda a ganarse la confianza del niño. Cualquier reacción a la desobediencia debe estar bien pensada y ser consistente.

    La capacidad de percibir la relación de causa y efecto entre los eventos es inherente al hombre por naturaleza. Si tocas el caliente, te quemarás. Y si los familiares mayores y más experimentados también han advertido sobre el peligro, entonces la efectividad de la lección aumenta significativamente.

    Por lo tanto, la relación causa-efecto es un método educativo simple y accesible. Si, por ejemplo, un niño toca un horno caliente, las explicaciones de los padres pueden no ser necesarias: el entrenamiento fue natural. Pero en el caso de la desobediencia, se requiere la intervención de un adulto. Deben explicarle al niño cómo comportarse en esta o aquella situación, y también estar tranquilo y consistente en sus acciones.