Síntomas, métodos de diagnóstico y tratamiento de quistes renales
El quiste renal es una formación de pared delgada en forma de bola que se llena de líquido. Las paredes internas de la bola se expanden gradualmente debido al llenado con líquido y esto puede provocar una interrupción del funcionamiento normal de los riñones.
Esta neoplasia es de naturaleza benigna y ocurre en aproximadamente el 2-4% de las personas con enfermedades urológicas.
El tratamiento del quiste renal requiere un enfoque integrado: la dieta, el uso de ciertos grupos de medicamentos y seguir todas las instrucciones del médico tratante. Si el estado de salud del paciente empeora, se requiere intervención quirúrgica.
Manifestaciones de la enfermedad
Los síntomas del quiste renal en la mayoría de los casos no están asociados con el desarrollo del síndrome del dolor. Esto se debe al hecho de que no hay receptores de dolor en las paredes del quiste. Sin embargo, si el tamaño del quiste aumenta, puede ayudar a estirar la cápsula renal, lo que da como resultado:
- . Sensación de malestar.
- Sensación de pesadez.
- a un síndrome de dolor no intensivo en la región lumbar.
Las lesiones quísticas pueden ir acompañadas del desarrollo de dolor sordo y doloroso en la zona del riñón, aumento de la presión sanguínea y el desarrollo de enfermedades infecciosas del tracto urinario. En el caso de que se observe la localización del quiste en los segmentos medio e inferior de los riñones, el paciente tiene trastornos urinarios.
Hipertensión arterial en el fondo del quiste se desarrolla debido a:
- La presión de la neoplasia en los vasos renales.
- Presión quística en los vasos intrarrenales y el desarrollo de atrofia del parénquima.
- La presión del quiste en el uréter, que impide una salida normal de la orina.
Ante los primeros signos de enfermedad, se recomienda buscar asistencia médica.
Diagnosis
Los pacientes que se preguntan cómo tratar el quiste renal deben entender que tanto las terapias médicas como las radicales se pueden usar para resolver el problema.
El diagnóstico de la enfermedad es el siguiente: radiografía
- : le permite identificar el síntoma de la "hoz".Ecografía
- : le permite identificar el quiste, que se manifiesta en forma de una nueva forma ovalada o redonda. Usando dopplerography, uno puede observar cómo se lleva a cabo el suministro de sangre de los riñones. La implementación de este metaestudio es muy importante si hay una hipertensión arterial en la historia del paciente. Tomografía computarizada
- : hoy no es el método de diagnóstico más confiable para detectar quistes renales.
- Las pruebas de laboratorio revelan anemia, aumento de la creatinina y la urea. El examen de orina puede revelar una disminución en el número de leucocitos, eritrocitos y una disminución en la gravedad específica de la orina.
- La presencia de policistema se determina por el método de palpación.
La selección de la estrategia de tratamiento posterior depende de los resultados de diagnóstico.
Terapia con medicamentos
El tratamiento con medicamentos para las neoplasias quísticas puede no tener el efecto terapéutico adecuado. El uso de medicamentos corrige el bienestar general del paciente, pero no tiene un efecto directo en la eliminación del quiste.
Es aconsejable llevar a cabo una terapia sintomática dirigida a:
- Reducción de la presión arterial: inhibidores de la ECA, bloqueadores de los canales de calcio.
- Alivio del dolor en la región lumbar.
- Eliminación del proceso inflamatorio.
- Normalización del nivel de orina.
En ausencia de una terapia oportuna, aumenta el riesgo de complicaciones. Las complicaciones de las neoplasias quísticas incluyen el desarrollo del proceso de infección, hemorragia o ruptura.
Si el diámetro del quiste no supera los 5-5.5 cm y no contribuye a la violación del flujo urinario, el paciente simplemente está bajo la supervisión constante de los médicos.
¿Cuándo se requiere cirugía?
El tratamiento quirúrgico de la cistosis renal es aconsejable en los siguientes casos:
- En la edad joven y mediana del paciente.
- El rápido aumento en el quiste, que provoca una atrofia progresiva del parénquima renal.
- Si el quiste contribuye a la perturbación del flujo urinario.
- En caso de que se observe sangre en la sangre( desarrollo de hematuria).
- cuando está infectado con quistes.
- En caso de que la neoplasia comenzara a provocar el desarrollo del síndrome del dolor.
- con el desarrollo de hipertensión arterial.
- Cuando el quiste se rompe y si se sospecha un desarrollo de un tumor.
La extracción o el vaciado oportuno del quiste ayuda a salvar el riñón.
Drenaje de
En el caso de quistes simples sin complicaciones, es aconsejable llevar a cabo un procedimiento de drenaje( devastación).Este procedimiento se realiza usando una máquina de ultrasonido. En la neoplasia, se introduce una aguja, que lleva a cabo el muestreo de líquido seroso. Además, se trata el quiste y se introduce un agente esclerosante, que promueve la adhesión de las paredes del neoplasma.
Este procedimiento aumenta el riesgo de entrada de líquido seroso en el tejido del riñón, seguido del desarrollo de infección del órgano infectado y sepsis.
Laparoscopia
El procedimiento de laparoscopia es un método moderno y poco traumático que elimina por completo la neoplasia patológica.
Si el desarrollo del quiste se ha producido en el área del parénquima, entonces aumenta el riesgo de desarrollar daño a los sistemas individuales del riñón.
Después del procedimiento laparoscópico, se prescriben medicamentos antibacterianos de amplio espectro, así como analgésicos y antiinflamatorios. Las suturas se eliminan después de una semana.
Durante el período de recuperación, se recomienda realizar gimnasia respiratoria, así como el cumplimiento de una dieta especial conservadora con una ingesta de sal limitada.
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