El amor de los niños por los padres
Bueno, llegamos a la última regla. Es por eso. Y consiste en el hecho de que en realidad no termina allí.Siendo los padres correctos, construiste diligentemente y probablemente construiste la relación más increíble y maravillosa con tus hijos, personas realmente maravillosas e interesantes. Y estas relaciones son completamente únicas, y por lo tanto, te servirán como fuente de alegría y comodidad durante tu vida posterior. Después de años de arduo trabajo, pañales malolientes, disputas familiares, confusión, disturbios juveniles, noches de insomnio y todo lo demás, finalmente se lo recompensa. Y te lo juro, todo lo anterior vale más que eso.
Descubrirás inesperadamente que, junto a ti, hay niños adultos que son buenos aquí, que están genuinamente felices de comunicarse contigo, que están realmente interesados en tu opinión. Estas personas familiares y al mismo tiempo tan cambiadas realmente necesitan su apoyo, como ya dijimos, aunque no necesitan instrucciones no solicitadas. Y es bueno, porque usted mismo verá lo agradable que es observar cómo construyen sus propias vidas de forma independiente. Los mejores padres que conozco pueden pasar horas hablando sobre lo que es maravilloso en sus hijos, y cómo les gustaría tener la misma confianza, u organización, o una posición clara a su edad. Y esto se dice sin una pizca de envidia o celos. Los padres correctos hablan sobre sus hijos con orgullo.
Y cuando llegues a esta etapa y comiences a atraparte constantemente pensando en las personas maravillosas, maravillosas e increíbles en las que se han convertido tus hijos, no olvides darte una palmada en el hombro y aprobarse a sí mismos. Sin ti no serían así.
Uno de los momentos más maravillosos en la posición del padre correcto es que sus hijos siempre lo amarán, y nunca lo dudarán. Y cuando llegue el momento en que necesites apoyarse en el hombro de alguien, entonces junto a ti serán niños, ansiosos por devolverte todo el amor que les has otorgado durante todos estos años. No porque sea su deber, no porque te deben algo, no porque les preguntes al respecto, y no porque se sientan culpables por algo, sino simplemente porque, que lo quieren
SUS HIJOS SIEMPRE LE AMARÁN, Y NUNCA NUNCA VOLCARÁN EN ESTO.