Pechos de mujeres
Muchas partes del cuerpo son muy sensibles a la estimulación erótica. Sin embargo, en la cultura de muchos pueblos, el pecho se considera una de las partes más eróticamente sensibles del cuerpo femenino. Por supuesto, los senos realizan una función biológica, asegurando que el bebé sea alimentado. Además, el bebé, agachado sobre el pecho de la madre, parece fusionarse con él con su ser. Pero en los países occidentales, las mujeres tienden a mantener la forma de sus senos. Y el estereotipo de un seno perfecto que existe en la sociedad es incompatible con lo que realmente debería ser. De un vistazo a los pechos grandes y hermosos, la mayoría de los hombres están entusiasmados. Mirada masculina y femenina en el cofre, su forma y tamaño son muy diferentes.
La mama se refiere a características sexuales secundarias y, al igual que la redondez de las caderas, distingue a los hombres de las mujeres. Mientras tanto, ni el primero ni el segundo están directamente relacionados con el sistema reproductivo del cuerpo. En cada seno hay de 15 a 20 grupos de glándulas productoras de leche materna. Están separados por un tejido graso suave. Es la cantidad de dicho tejido lo que determina el tamaño del seno. La mama es apoyada por los músculos pectorales y los ligamentos apretados.
El pezón, ubicado en el medio del área oscura de la mama, llamada areola( área del pigmento), se conoce como una de las partes más sensibles de la mama. Dentro del pezón hay fibras musculares que, al contraerse, contribuyen a su hinchazón en el momento de la excitación sexual o de los calambres en el frío. El pezón está lleno de terminaciones nerviosas, lo que contribuye en gran medida al aumento de la excitación sexual en las mujeres. Sin embargo, la sensibilidad de la mama y los pezones varía según la fase del ciclo menstrual.
Cada mujer reacciona de manera diferente a la estimulación erótica del seno. Esto de ninguna manera depende de la forma o el tamaño de la mama. Como ocurre con muchas otras formas de comportamiento sexual, las mujeres "aprenden" para que ellas y sus parejas puedan recibir placer sexual a partir de la estimulación erótica del seno. La mente tiene un poder tremendo que puede bloquear la reacción sexual de diferentes partes del cuerpo o, por el contrario, estimular esta reacción. Con una combinación favorable de circunstancias, con un ser querido o en reclusión, una mujer puede descubrir que sus pechos son una generosa fuente de placer sexual.