Enfermedades de la glándula tiroides
La glándula tiroides juega un papel muy importante en los procesos que ocurren en el cuerpo durante el embarazo. Las hormonas tiroideas están involucradas en el desarrollo y crecimiento del feto. Normalmente, durante la gestación, la función de la glándula tiroides aumenta y su función disminuye inmediatamente antes del parto.
Hipotiroidismo: una disminución en la función tiroidea es rara. Esta patología puede asociarse con una lesión tiroidea autoinmune o desarrollarse como resultado del tratamiento de la intoxicación causada por un alto nivel de hormonas tiroideas: tirotoxicosis. Las mujeres embarazadas con hipotiroidismo experimentan debilidad, letargo, disminución del apetito, somnolencia, se quejan de pérdida de memoria, piel seca, pérdida y fragilidad del cabello, piel pálida. Puede haber hinchazón, depresión. El tratamiento generalmente implica terapia de reemplazo con hormonas tiroideas.
Más común es el aumento de la función tiroidea: hipertiroidismo. En mujeres embarazadas, el primer signo de hipertiroidismo es el vómito. Los pacientes también se quejan de palpitaciones, nerviosismo, irritabilidad, alteración del sueño, sudoración, sensación de calor, temblor de las manos, aumento del tamaño de la glándula tiroides y un ligero aumento de la temperatura corporal.
Durante el embarazo, es necesario un control constante del obstetra-ginecólogo y el endocrinólogo. La mujer está hospitalizada en el hospital en una fecha temprana, hasta 12 semanas, para un examen y para decidir si continuar o interrumpir el embarazo. La fertilidad solo es posible con hipertiroidismo leve y un efecto positivo del tratamiento. En las complicaciones más leves, está indicada la hospitalización.
Para establecer el diagnóstico, es necesario realizar análisis de sangre para determinar el nivel de hormonas tiroideas.
La patología de la glándula tiroides durante el embarazo es peligrosa tanto para la mujer como para el feto. Posible desarrollo de complicaciones, abortos espontáneos, malformaciones congénitas en un niño. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y oportuno, el riesgo de estas complicaciones no es mayor que en mujeres sanas.
En el embarazo, es importante que el médico seleccione el fármaco óptimo y su dosis para la corrección de la disfunción tiroidea.