Cómo poner al bebé a dormir
Los niños son muy ingeniosos acerca de cómo alejarse de una hora tranquila. Durante el día, se cuenta como su intranquilidad pasó fuerzas en juego y el vandalismo, y luego esperar a que se colapse en la cama e ir a dormir, apenas tocó la almohada. Nada de eso. En los niños 2-3 años de renuencia a ir a la cama es muy común. A esta edad, los niños ya han estudiado el hecho de que tienen todo el derecho de mandar todo lo que les rodea. Agarran por este derecho en cualquier oportunidad. No se sorprenda de que su pequeño hooligan esté haciendo todo lo posible para no acostarse por la noche.
En la rutina diaria del niño, debe haber momentos que harán que el niño duerma. Rebote de las cosas principales en la rutina típica del día: un cuento de hadas, lavar, apagar la luz. En tal ritual, dele al niño la oportunidad de corregir estas reglas él mismo. Quizás primero quiera cambiarse de ropa y luego cepillarse los dientes, besarte tres veces, no una. Si el niño gime, cuando apaga la luz y se va a otra habitación, explíquele que es hora de dormir y prometer que regresará cuando el bebé se tranquilice. Promesa de cumplir necesariamente: ir a ver si el niño se ha quedado dormido. Hay otra estrategia. Coloque al niño en la cama y pídale que cierre los ojos, porque es hora de dormir. Prométale al niño que te sentarás con él por otros 10 minutos, hasta que se duerma.
Cuando un niño aparece una cama grande y sin paredes, que siempre trata de utilizar la nueva libertad y en dos subidas en punto en la cama con los padres. No continúe con su hijo, siempre llévelo a su cama. Si al menos una vez le permite quedarse, sepa que después de eso su cama se convertirá en un lugar de batallas durante muchos años. Alternativamente, puede adjuntar una campana inusual a la puerta de su dormitorio para escuchar a la marimacho ir al dormitorio. De modo que tendrá tiempo para reaccionar rápidamente y devolver al niño a su habitación antes de que pueda entrar en la cama de los padres. Lleve al bebé a su cama y siéntese junto a él por un tiempo.
Con el tiempo, los niños se niegan a pasar una hora tranquila, ya que comienzan a sentirse más independientes y su necesidad de dormir durante el día cambia. De hecho, los niños no pueden rechazar el descanso de un día por lo menos hasta cinco años. Si va al bebé en alguna ocasión, por la noche recibirá a un niño con exceso de trabajo que no podrá conciliar el sueño rápidamente. Debes ignorar el tiempo. Después de que el niño crezca, ya no necesita acostarse a la misma hora durante el día. Preste atención a los signos de fatiga en el bebé: falta de atención, irritabilidad, gimoteo. Arregle la siesta de los niños: deslice las cortinas con fuerza, cante una canción de cuna o lea un cuento de hadas. Si el niño se niega por completo a dormirse, pídele que juegue en silencio en su habitación o simplemente que se acueste en la cama, ya que es hora de descansar.