Qué comida comprar
La comida debe ser lo más variada posible; esta es la única forma de proporcionarle a su cuerpo todos los nutrientes necesarios. En resumen, se puede formular de la siguiente manera: comer todo, pero poco a poco. Y gachas de avena, pan, carne, pescado y, por supuesto, verduras, frutas, productos lácteos, jugos, todo esto debería estar en su mesa. Pero los productos miembros existentes de la utilización de los cuales deben ser abandonados o limitar al menos en gran medida su presencia en la mesa: los productos que tienen una vida útil larga: alimentos enlatados, algunos tipos de yogures, salchichas, pescado, quesos envasados al vacío. Productos
con una coloración artificial no brillante: bebidas carbonatadas, dulces, helados, pasteles, pasta coloreada. Estos productos a menudo causan alergias en forma de erupciones y manchas rojas en la piel. Productos alimenticios instantáneos
: café instantáneo, especialmente con leche;fideos de bolsitas;cubos de caldo
En cuanto a las verduras y frutas, si existe tal oportunidad, es mejor comprarlas a personas que crecen en el jardín con el uso de fertilizantes naturales: humus, estiércol. Esas frutas y verduras son más seguras que las que se venden en los grandes supermercados, que son abastecidos por diversas empresas.
Por la misma razón, intente no comer tomates y pepinos de invernadero, están especialmente saturados de nitratos.
Dado que casi todas las verduras y frutas están contaminadas con cualquier sustancia nociva, la eliminación de las escorias acumuladas requiere una limpieza periódica del cuerpo.
El azúcar y la sal son productos en cuyo consumo es muy importante conocer la medida. La tasa diaria de consumo de azúcar es de 50-60 g de
( 6-8 cucharaditas), esto es con productos de confitería que contienen azúcar. La ingesta diaria de sal es de 3-5 gramos( 1/2 cucharadita), pero con el aumento de la sudoración, la necesidad de sal aumenta.
El exceso de azúcar conduce al desarrollo de caries dental, la obesidad, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes. Mucho más útil es la miel: contiene glucosa, necesaria para la actividad cerebral, pero casi no contiene la sacarosa dañina, de la cual consiste el azúcar. Además, la miel tiene un gran poder de curación, aumenta la inmunidad.
El exceso de sal provoca edema, el desarrollo de hipertensión, aumenta el riesgo de infarto de miocardio.